Para partir

Ignacio Sánchez Mestre

El tiempo de la reunión, el tiempo del duelo y de la despedida 

¿Son los muertos quienes dirigen el presente? ¿Somos nosotrxs sus actores, su forma de moverse o divertirse? En Para partir, Ignacio Sánchez Mestre crea un mecanismo teatral de precisión y gracia para hablar de un tema vago y oscuro como el suicidio. 

Cuando perdemos a alguien, tenemos la costumbre de reunirnos. Todos ahí, alrededor de la muerte, tratando de entender, como si necesitáramos un tiempo más antes de que ese cuerpo desaparezca por completo. Y con ese cuerpo cerca, tomamos un café, un té y hasta comemos un sándwich de miga mientras lloramos, insultamos, recordamos y también nos reímos. Esto es distinto, pero no tanto. Acá pareciera que Roberto organizó su propia despedida. Frente al mar, con su canción preferida y dos botellas de whisky. Y sólo con los invitados que él mismo eligió para compartir el tiempo, el espacio y también su voz. Una voz poética y lacónica como el sonido del mar.